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¿Qué Es La Magnetoterapia?

Actualizado: 3 oct 2018


Dra. Tatiana Encalada


Entre las grandes fuerzas de la naturaleza, el magnetismo ocupa un puesto importante. Biólogos y físicos sustentan el hecho de que el magnetismo influye en todas las formas de vida.


La Tierra por si misma es un gran magneto y posee un campo magnético al igual que todos los cuerpos celestes.


La Magnetoterapia se basa en el principio de que la enfermedad es el resultado del desbalance o incoordinación entre las diferentes fuerzas magnéticas presentes al interior del cuerpo. La Magnetoterapia estriba en eliminar tal incoordinación y restablecer el balance natural de las fuerzas. Mira al ser humano como una unidad.


Su meta no es solo el alivio sintomático o paliar el estrés.


Países como Japón, Rusia y Alemania llevan un buen trecho en investigación y tecnología al respecto.


HISTORIA


Los antiguos Arianos (Indios) conocían de los magnetos y algunas de sus propiedades.


Hay referencias en el Atharva Veda (libro sagrado) sobre el tratamiento de ciertas enfermedades con “Sikta“ y “Ashman”, que quieren decir arena y piedra, respectivamente. Se usaban para controlar el sangrado uterino e inducir esterilidad.


Los griegos antiguos también poseían magnetos naturales. Aristóteles, Platón y Homero mencionan las propiedades de los magnetos en sus obras. Titus Carus, poeta romano, ya habló del magnetismo por inducción.


Laymen describió propiedades “milagrosas”  de los magnetos. Cleopatra utilizaba un pequeño imán en su frente con miras a preservar su belleza y juventud.


Los magnetos están presentes en los textos antiguos y en los de los Vedas.


Muchos años más tarde se describen nuevos sucesos relacionados con magnetos: un pastor, llamado Magnetos, llevaba consigo una pieza de hierro que un día se pegó casi irreversiblemente a una piedra, de la cual separó con gran dificultad. Se llamó así a la piedra Magneto. Según otra visión, el óxido ferroso fue encontrado en abundancia en una región conocida como Magnesia. Este óxido ferroso tenía propiedades de atracción. Entonces el término se derivó de Magnesia.


A principios del siglo XVI, Paracelso habló de las propiedades curativas de los magnetos.


VIVIMOS EN UN CAMPO MAGNÉTICO

La Física Moderna admite que el campo magnético de la Tierra se genera por movimientos de electrones que se encuentran libres en el núcleo externo de la misma. Este núcleo está formado por hierro y níquel fundidos, y se comporta, en su propia rotación, como una dínamo que se sostiene a sí mismo, transformando la energía mecánica en energía eléctrica.


Surge de allí el nombre de "geodínamo" con el que se ha distinguido al campo magnético terrestre Se ha observado una disminución del geomagnetismo en los últimos siglos. Dichas fluctuaciones han sido estudiadas por los paleontólogos a través de la observación de los campos magnéticos solidificados en las rocas. Por otra parte, el deterioro metabólico que han evidenciado los astronautas que se alejaron del campo magnético terrestre, luego de un viaje espacial prolongado, es una de las muestras de los efectos nocivos que la falta de contacto con el campo magnético ejerce sobre la salud.


Un campo magnético afecta a todos los seres que se hallan dentro de su esfera de influencia. Por esta razón, la Tierra permite al sistema biológico compuesto por los reinos vegetal y animal, el desarrollo y crecimiento sobre su superficie.


Los campos magnéticos son generalmente descriptos en términos de su efecto sobre las cargas eléctricas. Una carga eléctrica en movimiento, tal como un electrón, se acelera en presencia de un campo magnético provocando un cambio en su velocidad y en su trayectoria. Este principio es aplicado en los televisores, en los monitores de computadoras y en  otros dispositivos que poseen tubos de rayos catódicos. En ellos, los electrones son  emitidos desde un filamento incandescente. Una diferencia de voltaje tironea de esos electrones de los filamentos hacia la pantalla. Los magnetos que rodean el tubo provocan que estos electrones cambien su dirección de modo que golpeen en distintas ubicaciones sobre la pantalla.


Las líneas de un campo magnético, conocidas como “líneas de fuerza”, definen la dirección y la fuerza del campo magnético en cualquier parte del espacio. Los campos magnéticos tienen una dirección propia y una fuerza que los distingue, a la cual se denomina "magnitud".


La relación entre electricidad y magnetismo, estudiada por las Ciencias Físicas desde principios del siglo XIX, postula que toda corriente eléctrica que circula por un conductor lleva asociado un campo magnético de orientación perpendicular a éste. Tal principio es igualmente válido con referencia a las corrientes bioeléctricas de las neuronas y de las fibras musculares. Estos campos magnéticos reflejan en forma directa los cambios de actividad de diferentes órganos, tales como el cerebro y el corazón. Su señal pasa desapercibida al ojo humano por la alta velocidad en que transcurren los mismos. La permeabilidad magnética de los tejidos vivos es próxima a la del aire.


Todos los sistemas relacionados con la vida están regidos por ondas electromagnéticas. Los intercambios en el nivel enzimático están regidos por el movimiento de dichas ondas y es posible medir su frecuencia. Actualmente, los profesionales médicos solicitan estudios clínicos que confirman esta propuesta, tales como el electromiograma, los potenciales evocados, la resonancia nuclear magnética, etc. La comunicación entre las células que constituyen los tejidos vivos se realiza por un sistema de ondas. En la comunicación intercelular fisiológica, dichas ondas se encuentran en concordancia. Cuando se altera el mecanismo natural, los campos magnéticos de las células emiten ondas patológicas. Las diferentes frecuencias, es decir, la cantidad de períodos oscilatorios en un espacio – tiempo determinado, tienen su particular amplitud y cualidades que las distinguen (tal como las ondas de radio: amplitud modulada, frecuencia modulada, etc.). Un cambio en el ritmo oscilatorio fisiológico está anunciando la posible presencia de una enfermedad.


Cada célula tiene un potencial eléctrico que es emitido a un ritmo determinado. Cada órgano tiene su propio ritmo y presenta bandas de frecuencia que lo distinguen. Estas frecuencias son impulsadas rítmicamente en forma de ondas electromagnéticas. La detección temprana de la alteración de frecuencias puede ser tratada por la aplicación de los magnetos con carga magnética permanente. Se trata de elementos portátiles, sencillos y discretos. Es posible

acompañar cualquier otro método que una persona haya elegido para su tratamiento. Así se potencian los mecanismos curativos naturales del cuerpo y se evita la ingesta indiscriminada de sustancias químicas y sus efectos colaterales indeseables.


Los líquidos que ingerimos, sometidos previamente al ordenamiento molecular por medio de campos magnéticos, son capaces de desarrollar un fenómeno paramagnético al ser absorbidos por el cuerpo humano. De este modo generan una resonancia sincrónica con las células que componen los tejidos biológicos. Se promueve el funcionamiento del metabolismo fisiológico y aumenta la capacidad del organismo para alcanzar la homeostasis.

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