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La Biomagnética Como Sistema De Salud

La Biomagnética es considerada una de las terapias más modernas surgida a partir de la medicina oriental. Utilizar campos magnéticos con el fin de aliviar dolencias, eliminar la rigidez muscular, mejorar la circulación de la sangre y tratar gran variedad de condiciones patológicas tiene connotaciones históricas que pueden remontarse hasta el antiguo Egipto o a la China de hace dos mil años. La aplicación sistematizada de la Biomagnética puede registrarse en Japón desde hace más de 25 años y en otros países, que la fueron investigando y adoptando con posterioridad.


La Biomagnética es una disciplina que se ocupa del tratamiento personalizado del paciente. Una sesión puede tener una duración aproximada de una hora, durante la cual se aplican cuidadosamente varios mini imanes o biomagnetos, cuyo número total (entre 10 y 20 unidades), difiere en cada caso particular. Para optimizar los resultados de esta terapia, los mini imanes permanecen adheridos a la piel durante varios días.


En la terapia biomagnética, se colocan los mini imanes en las regiones del cuerpo donde se han identificado los síntomas. Los tratamientos sintomáticos cumplen la función de brindar una buena calidad de vida a la persona afectada. Sin embargo, nuestra filosofía se inclina a buscar las causas subyacentes, que han de continuar siendo investigadas, para poder operar sobre ellas y ayudar al paciente hasta encontrar el origen del problema. Si la causa es detectada tempranamente, se actúa directamente sobre ella para resolverla. Es posible realizar la profilaxis de ciertas enfermedades y dolencias consideradas casi obligatorias. Nos referimos a los casos en que se esgrime como fundamento, para seguir padeciendo sin encontrar soluciones, el irremediable paso del tiempo o las actividades profesionales y laborales, que ejercen los individuos afectados. El modo de aplicación puede realizarse utilizando bandas adhesivas, cintas hipoalergénicas o bandas confeccionadas con materiales elásticos a los que se adicionan magnetos, cosidos o pegados en su interior.


Durante un tratamiento en el que se apliquen las técnicas de masaje, las técnicas reflejas, las de imposición de manos u otras, se pueden incluir técnicas utilizadas por la Imanterapia y complementar con la aplicación de la Biomagnética. De la Imanterapia, tomamos el conocimiento del efecto relajante que producen los magnetos de mayor tamaño ubicados cerca de la camilla de masajes. Al finalizar la sesión, como complemento para mantener los efectos logrados, se pueden aplicar mini imanes sobre la zona tratada fijados con bandas adhesivas. Estos continuarán ejerciendo su función terapéutica en forma ambulatoria. Considerando que la Tierra es un gigantesco imán, resulta fácil entender la importancia de la Biomagnética, pues esta disciplina permite a una persona trasladarse y realizar su vida cotidiana, disfrutando de un campo magnético propio.


Dado que las células que componen los tejidos vivos son estimuladas por medio del campo magnético terrestre, podemos inferir que una fuerza obtenida por medios ajenos al mismo, y cuyo efecto sea equivalente, sería capaz de producir resultados similares. Las propiedades de ambos polos magnéticos tienen particularidades que los distinguen y producen efectos diferentes y opuestos sobre los organismos vivos.


En materia de potencia eléctrica, se considera que el potencial medio, normal, de una célula es de 90 a 100 milivoltios. Si el potencial disminuye por debajo de 70 mV, se considera que la célula está sufriendo y si el potencial es menor a 26 mV, puede significar muerte celular. Cuando, por el contrario, se excede de los 150 mV, puede romperse su estabilidad e iniciarse un proceso degenerativo al nivel de las células.


LOS BIOMAGNETOS


En distintas patologías, se requieren distintos tipos de magnetos. La elección del imán depende de la intensidad de fuerza magnética necesaria para determinado tratamiento. La localización de la dolencia también requiere elegir cuidadosamente el tipo de magneto. Luego se establece cuánto tiempo puede permanecer ubicado sobre la piel. Los criterios de tratamiento se basan en los resultados obtenidos y en las estadísticas de los casos resueltos previamente.


El biomagneto actúa fundamentalmente sobre la zona donde se encuentra aplicado. Se ha comprobado que también realiza un tratamiento sistémico, que favorece un mejor estado de salud. Al modificar el potencial eléctrico de las células, la bioelectricidad se traduce en modificaciones correspondientes del potencial electromagnético.


Los biomagnetos mantienen sus propiedades por diez años y aún más, según el tipo de aleación de la que están compuestos y el cuidado con que se los haya manipulado. Tienen dos caras que se identifican, a simple vista, por su diferencia en color, en correspondencia con cada polaridad. En la mayoría de los países suele distinguirse el polo negativo con el color rojo (se ha establecido por convención internacional). Cuando se indica la polaridad, se hace referencia a la cara que toma contacto con la piel.


Un campo magnético induce una fuerza eléctrica y de esta forma estimula la circulación de la sangre en el cuerpo. Para mantener la inducción de dicha fuerza, el flujo magnético debe permanecer aplicado al cuerpo en forma permanente. Aplicando los biomagnetos, disponemos de la enorme ventaja de una emisión constante de campo magnético en las áreas de contacto.


TÉCNICAS CON IMANES


Los avances técnicos en la fabricación de imanes han permitido desarrollar imanes muy potentes con un volumen muy pequeño. Actualmente se están utilizando aleaciones minerales, que se componen con materiales tales como el samario y el neodimio, cuya fuerza de coercibilidad (alta potencia retenida en menor masa) les permite una máxima eficacia en los tratamientos.


Los imanes actúan desde el nivel de la epidermis hacia el interior del organismo. Se ha comprobado que una acción al nivel de la piel y de los músculos superficiales puede actuar en el nivel interno. La Imanterapia, así como el resto de las Estimuloterapias, se basa en este conocimiento. Ciertos trabajos realizados en el ámbito de la Neurofisiología asimilan las Estimuloterapias a las Reflexoterapias, por su forma de acción refleja. Se considera que la intervención al nivel de los músculos superficiales modifica localmente su tono, produciendo un efecto que se transmite por medio de fibras nerviosas específicas que escapan al circuito consciente.


Las técnicas de presión son múltiples, pueden tener diferentes orígenes y variados sustentos teóricos. Se suelen ejercer distintos tipos de presión según se requiera "tonificar" o "dispersar" la energía retenida. La importancia del "contacto" que se establece con un paciente por la aplicación de las yemas de los dedos del profesional especializado en dichas técnicas, tiene una validez que va más allá de lo técnico. Se incluye en el campo de las necesidades primarias que tiene el ser humano desde que nace de ser "tocado". El profesional que aplica la Imanterapia comienza utilizando sus manos para establecer claramente los puntos en los que a continuación quedarán adheridos los mini imanes.


Los puntos que forman las líneas conocidas como "meridianos de acupuntura" corresponden a regiones relacionadas con órganos y sistemas orgánicos, que se hallan interconectados por medio de las estructuras nerviosas. Aplicando biomagnetos (mini imanes, cuyas medidas oscilan entre 3 y 6 mm de diámetro) en dichos puntos, podemos producir efectos a distancia, es decir, en zonas en las que puede ser difícil o inconveniente aplicar un magneto en forma directa. La aplicación exacta en un determinado punto es imprescindible en la Acupuntura y el error mínimo puede significar que el tratamiento deje de tener efectividad. En el caso de la Imanterapia, dicho problema está resuelto. Esto se debe a que los imanes irradian su campo magnético más allá de su propia superficie. Es decir, el biomagneto colocado relativamente cerca del punto donde se está produciendo la resistencia eléctrica comienza a irradiar su potencial magnético a su alrededor, ampliando los alcances de su efecto específico. Lo importante es determinar previamente cuál debe ser la polaridad adecuada para el tratamiento de dicho punto.


La polaridad negativa de los biomagnetos es receptiva y tiene la capacidad de equilibrar los puntos que componen las líneas de energía (meridianos), en las áreas del cuerpo en las que se encuentren excesivamente estimulados. Dicha polaridad tiene la cualidad de absorción del exceso de carga eléctrica. Debido a ello, pueden emplearse estos mini imanes para aliviar dolores localizados, reducir edemas intracelulares, sedar el sistema nervioso e inducir a una mejor calidad de sueño. La polaridad positiva es estimulante y energizante, pero se debe usar con cierta precaución, por su cualidad de vasodilatador periférico. Algunos biomagnetos son bipolares (ambos polos en una misma cara) y exponen al cuerpo a las dos polaridades al mismo tiempo. Pueden producir importantes beneficios pues estimulan el flujo sanguíneo y contribuyen a bloquear la respuesta fisiológica al dolor. Sin embargo, la bipolaridad puede estar contraindicada en algunos tratamientos. Las medidas de los magnetos aplicados en Imanterapia son variables. Se suelen fabricar en un tamaño promedio de 1,5 mm de alto por 3 mm de diámetro y de 2 mm de alto por 5 mm de diámetro. También es posible encontrar otros modelos cuyas medidas se encuentren por encima o por debajo de las mencionadas. La elección de la medida de los mini imanes está determinada por la zona del cuerpo donde se coloquen y sujeta a otras variables propias de esta terapia. La fuerza magnética que se les imprime en fábrica a dichos mini imanes es diversa, pero su eficacia depende de las aleaciones que los componen y de su respectivo ordenamiento molecular. Algunos modelos más sofisticados cuentan con una cubierta bañada en oro o un cromado de buena calidad. La presentación de un cuadro alérgico en la piel puede deberse a los metales constitutivos del imán y a sus respectivas cubiertas.


Los biomagnetos son de gran utilidad para complementar otras técnicas. Los profesionales de la Acupuntura y los técnicos en Digitopuntura pueden prolongar la acción de su tratamiento entre dos sesiones. Los kinesiólogos obtendrán beneficios al utilizar los biomagnetos adheridos en las zonas de mayor resistencia al tratamiento. Su acción sobre el tono muscular, en particular en las escoliosis y su efecto antiálgico en el caso de las hernias discales, puede ser de gran ayuda para complementar su tratamiento.


El efecto sedante del polo norte es beneficioso como terapia del dolor. El tratamiento de los puntos locales dolorosos tiene acción sintomática y la aplicación de mini imanes en los puntos de los meridianos tiene efectos sobre la circulación de la energía, ejerciendo sus efectos como terapia a distancia por acción refleja.


Los tratamientos realizados con imanes medianos o grandes, así como la aplicación de los mini imanes, ofrecen la ventaja de la continuidad del tratamiento en el domicilio del paciente.

Consideramos que los biomagnetos deben ser de uso personalizado, al igual que las agujas de acupuntura. Algunos autores opinan que deberían ser descartados luego de finalizar el tratamiento. En nuestra opinión, es indispensable someter a los imanes a una cuidadosa higiene y asepsia, considerando que se trata de un material de uso estrictamente personal. De este modo, permite que sean reutilizables en nuevas instancias, siempre que se trate de un mismo paciente.


Podemos fundamentar que en base a las leyes del magnetismo, todo campo magnético es un espacio donde se verifica la tendencia al orden, efecto contrario a la entropía y al estado de desorden que son las bases de la enfermedad.


Los biomagnetos de cualquier forma y tamaño pueden conservarse colocados durante varios días. Habrá que discontinuar las aplicaciones si provocasen eritema o irritación local. Las bandas adhesivas deben ser hipoalergénicas. Los imanes deben ser retirados cuando se alcance el beneficio esperado.


El número total de imanes depende de la extensión de la región que va a tratarse. Se considera un número entre diez y veinte mini imanes, como el máximo aconsejable.


Es conveniente evitar la aplicación directa de los imanes en zonas donde la piel se encuentre deteriorada o haya sido irradiada por radioterapia. Por su efecto suave y natural, los magnetos, cuya acción básica es ordenar las corrientes eléctricas del cuerpo, son compatibles con todos los métodos y prácticas en la salud. Es imposible que interfieran con cualquier tratamiento médico y tampoco se intenta que sustituyan ningún otro postuado científico o procedimiento que se aplique en beneficio del bienestar del paciente.